jueves, 30 de junio de 2011

Las raíces de ella



Fotógrafa Amélie Olaiz

Exhibicionista

Para Rosita Valdés
Salió a dejar la charola vacía del desayuno, se le cerró la puerta.
Miró hacía los lados; estaba sola en el pasillo sin la llave del cuarto. Buscó un teléfono para hablar a la administración. No había. Pegada al muro caminó por el pasillo. Al abrirse el elevador agradeció que estuviera vacío. Ya en el loby caminó con forzada seguridad hacia el escritorio del botones. Iba con su baby-doll más corto entre un mar de ejecutivos muy trajeados. Esa fue la primera vez.