martes, 29 de abril de 2003

Carboncillo nudo

Era la primera vez que lo veía. Irrumpió en el taller de desnudo y me besó en plena boca mientras abría mi blusa sin desasir los botones. Acarició mis senos y se detuvo largamente en los pezones. Midió mi cintura, complacido, bajó por la curva del trasero hasta los pies. Pensé que ahí terminaría todo...pero...subió por mis pantorrillas hasta llegar a los muslos. Lo miré con severidad para que se detuviera. Inútil, el tipo era un cínico. Cuando se disponía a quitarme la falda entendí que no podía seguir trazando. Visiblemente nerviosa cerré el estuche de carboncillos y salí de la clase. Es increíble lo que un hombre puede hacer con la mirada.


Dibujo de Mike Kirby