
Fotógrafa: Amélie Olaiz
Nos encontramos a la salida del baño. Ella no me vio. Impresionada regresé a los lavabos. Frente al espejo esperé que saliera del retrete. Al ver mi reflejo sacudió la cabeza. Tras unos segundos miró de nuevo. Iguales, éramos exactamente iguales.
Abrí las llaves para que corriera el agua. En un movimiento automático me mojé la cara. Ella volvió al excusado y jaló la palanca otra vez.
Cuando salió yo ya no estaba ahí.